Ilo se esmeraba por no dejarme salir, sentía su suplica en las calles, en sus muchos barcos anclados, en su malecón largo y romántico, brillaba el sol y el cielo azul formaba en el mar un reflejo de espejos infinitos, el viento soplaba tempestuoso en mi contra intentando quitarme fuerza, quería detenerme evitar que dejara la costa brava que hasta hoy me ha acompañado, la arena se elevaba y cubría la carretera y a cualquier vehiculo que se atreviese a cruzar por ahí, eran las diez de la mañana y ya dejaba atras todo eso, vino la calma, vino la tranquilidad de las pampas desérticas que tendría que cruzar para llegar a Moquegua.

Unas cuantas curvas, descensos y subidas, y a lo lejos, el verdor del valle, ya estaba cerca, entonces comenzaban a asomar las casas de adobe, el pasto, las vacas, todo me indicaba la cercanía en la que me encontraba de Moquegua, seguía avanzando y el paisaje cada vez se tornaba sublime y destellante, había color por todos lados, mita, cosecha, gente labrando la tierra, niños jugando en la pampa verde, el aroma del orégano se esparcía por la carretera un poco mas adelante y este cambiaba y hasta parecía que tenías las sandías en la boca, cañas de azucar, maíz, viñedos a ambos lados, arboles de manzana, ovejas, vacas, leche, miel, vino, pisco, sonreía extasiado me emocioné y aceleré la marcha hasta llegar a Moquegua. CIUDAD DEL SOL Y LA AMISTAD.
por fin una foto tuya!!! que alegria verte tan feliz!!!
ResponderEliminarKEEP ON RUNNING HERMANO KEEP ON RUNNING!!!!!!!!!!!!!!1
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