
Me detuve en un restaurante que estaba en el cruce para Marcona, decidí tomar un café abastecerme bien de agua y echarme a la carretera, hubo un momento, un segundo en el que me dije a mi mismo: acaso no es suficiente? ¿porqué no tomas un bus y te evitas todo ese esfuerzo y cansancio? antes de responder ya estaba otra vez en la ruta y solamente pensaba en lo genial que era estar ahí, pedaleando, a pura fuerza.
He llegado a Puerto Lomas y a quien le gané fue al viento, desde temprano tuve a esta fuerza invisible en mi contra, lo curioso era que mientras mas pasaban las horas este se iba incrementando, al principio no tenia la fuerza suficiente como para levantar la arena pero a eso de las 12:30 pm. comenzaban las ráfagas de arena aún con lentes entraba a los ojos y a la bicicleta le entraba al sistema de arrastre, siempre el temor de que este se quede atascado por mucha arena, pero no fue así, logré llegar al puerto sin inconvenientes pero con mucha hambre.
Lomas es un puerto que se dedica única y exclusivamente a la pesca (y con las ganas que tenia de pescado frito) quien no es pescador corta el pescado, quien no corta pescado esta cargando pescado, quien no carga pescado vende pescado, y los demás (1%) se comen el pescado que queda en el puerto, lo primero que hice fue comerme un buen bonito frito con sus pallares, luego un hospedaje un duchazo y a conocer un poco el puerto, hasta ahora no había visto pueblo con tanta relación con el mar, por las mañanas están ocupados con la pesca y por la tarde todos van a la playa, una limpia de agua casi turquesa, se cierran los negocios, las tiendas, los restaurantes, esta gente si que disfruta del mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario